Todo comenzó cuando teníamos quince años y no podíamos comprar cerveza después de los entrenamientos de remo. Decidimos hacer la nuestra porque... ¿por qué no? Nos tomó ocho largos años de estudio, elaboración, experimentación y trabajo duro. Y finalmente llegamos al punto en el que estábamos contentos con nuestra cerveza y decidimos abrir una cervecería adecuada. Así nació la Cervecería Lobik. Fueron necesarios otros dos años de fuertes deudas y horas de trabajo impagas hasta que nuestro arduo trabajo dio sus frutos. Fuimos reconocidos como una de las mejores cervecerías de la región.

Llevamos el nombre de la carpa plateada, el pez gordo que deambula por los ríos y lagos de Europa. Su forma se asemeja al cuerpo de uno de nuestros cerveceros después de dejar de remar. Con toda la grasa que ganó el apodo de Lobik venía incluido. Por lo que parece, todo el equipo se ganará el apodo bastante pronto.

El objetivo de la cervecería desde el principio sigue siendo el mismo. Significa hacer las cervezas que nos gusta beber. Es cierto que significa que tienen una alta graduación alcohólica y que son complejas. Por lo cual, significa que usamos ingredientes de la más alta calidad. De todos modos, basta de nosotros. ¡Solo esperamos que te gusten nuestras cervezas y las bebas con la alegría que hacemos!

¡Salud!