La cervecería se encuentra en el municipio de Campodàrsego, ubicado en la Provincia de Padua en la región del Véneto.

Todo comenzó en 2012 cuando los dos socios, Anthony Pravato y Marco Ruffa, ambos ex homebrewers con diferentes trayectorias, decidieron fundar la firma cervecera llamada “Olmo”. Como precisan sus declaraciones en una entrevista en Cronache di Birra (blogzine italiano sobre cerveza artesanal), la experiencia no fue especialmente positiva:
“Gracias a nuestra inexperiencia, confiamos en cervecerías inadecuadas (para ser políticamente correctos) que además nos dejaban poco margen de maniobra, por lo que las primeras partidas fueron medio fracaso. Esto sirvió de lección. Hemos derrochado mucho esfuerzo, ya que nadie vuelve a tomar una cerveza si los recuerdos que te deja no son precisamente agradables. Nos arremangamos, nos apoyamos en otras cervecerías, encontramos mayor disponibilidad y colaboración, nos aprovisionamos de errores para aprender y desde ese momento todo fue un creciendo. Tener nuestra propia planta siempre ha sido nuestro objetivo, pero solo teníamos el dinero para comprar una buena pinta de cerveza, no una planta completa. Desde el principio, por lo tanto, hemos trazado la ruta para hacer realidad este sueño, aunque tengamos que decir la verdad, esperábamos hacerlo en menos tiempo”. A principios de 2015, después de tres años de laboriosidad, se dio el fatídico y ansiado paso con la compra de una planta propia. Así nació “Cervecería CR/AK”, siglas que significan la expresión “Revolución Creativa - Conocimientos Alternativos”. El nombre no solo representa el apodo de la cervecería, sino que, de manera realista, es el emblema de la ruptura con su pasado; el deseo de empezar de cero y como afirman Anthony y Marco "Olmo ya no nos representa, no expresa plenamente nuestros valores". Y luego un nuevo nombre, nuevos gráficos (más singulares y minimalistas para potenciar las peculiaridades del contenido), nuevas recetas o reinterpretaciones de las mismas “Algunas cervezas mantendrán el nombre, las más representativas pero todas tendrán un carácter diferente. El cambio de todas nuestras recetas fue una consecuencia natural de las experiencias de Marco, quien tomó el mando de la sala de cocción, recién llegado de un importante período inglés en Buxton Brewery. Además, haber pasado 6 meses en el aprendizaje de Brewfist le permitió comprender claramente que la dinámica de una cervecería es muy diferente a la relacionada con la elaboración de cerveza en el garaje de la casa”.

El sitio consta de una planta moderna, construida en Inglaterra, con una sala de cocción con tres tinas capaces de cocinar hasta 4000 litros a la vez (una de las plantas más modernas para la producción de cerveza artesanal en Italia), una bodega con capacidad 20 mil litros mensuales, una etiquetadora y una envasadora automática isobárica de 8 cabezales, capaz de embotellar hasta 2000 botellas por hora. Se utiliza un barril automático para el lavado, desinfección y llenado de los barriles. Estas fueron inversiones muy importantes para la cervecería pero serán fundamentales para asegurar calidad y estabilidad a las cervezas. Una vez envasada, la cerveza se almacena en una cámara frigorífica capaz de contener y mantener 72.000 litros a una temperatura constante, 4/6 °C.

Las cervezas que elabora, algunas galardonadas con importantes premios nacionales, se distinguen por su originalidad y carácter: tienen un denominador común “cervezas inconformistas que se atreven a combinar ingredientes inusuales con dosis masivas de lúpulo pero con una obsesión: el equilibrio y la limpieza”. La producción consta de una línea fija, una Serie Lúpulo, Limitada y Estacional, Colaboración y la serie “Cantina” (Barrel Aged). Para garantizar que el usuario pueda disfrutar de las cervezas más frescas posibles, en su mejor forma, la empresa adjunta a cada barril vendido, un medallón estampado a mano que se mostrará con la fecha de embarrilado (Kegged on) y en el reverso la de caducidad. De esta forma será posible conocer la antigüedad de los productos. Dentro de la cervecería también hay un Taproom, donde también es posible degustar una línea de cervezas “experimentales” que serán identificadas con el nombre “TAP CRAK”. Son cervezas producidas en cantidades muy pequeñas disponibles aquí.

The Taproom no es solo cerveza sino un espacio dedicado, de forma puntual, al cine, al teatro, a los conciertos o a cualquier otro evento para compartir juntos. En el exterior hay un jardín para los que quieran tomar una cerveza y disfrutarla al aire libre.